Lo que los pájaros nos enseñan es que podemos ser libres de verdad, pero que resulta difícil y angustiante. No es casual que esta especie viva en estado de alarma: la libertad es angustiante. Pero, al contrario que nosotros, los pájaros aceptan la angustia.
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Riquete el del Copete
"(...) el pájaro era, por así decirlo, el hermano noble del hombre. Su presencia perpetua le recordaba a la especie humana lo que hubiera podido llegar a ser si no hubiera cedido a la extraña seducción de la gravedad."
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